Chef José Andrés, el poder de la comida para cambiar el mundo

“Dondequiera que haya un conflicto para que la gente hambrienta pueda comer… allí estaremos”.

Fundador, WCK es una ONG que proporciona comidas en respuesta a crisis humanitarias, climáticas y comunitarias.

El chef José Andrés, nacido y formado en España, se mudó a los EE. UU. a los 21 años. Pronto se instaló en Washington, DC y comenzó a trabajar como voluntario en DC Central Kitchen, donde empezó a pensar en grande sobre la filantropía. A lo largo de su carrera como chef y restaurador, vio el papel de los cocineros, y el poder de la comida, para cambiar el mundo. Este camino inspiró a José a fundar World Central Kitchen en 2010 después de un devastador terremoto en Haití, con el apoyo de su esposa Patricia, así como de su socio comercial Rob Wilder y su esposa Robin. Desde entonces, ha perseguido la misión de cumplir las palabras de John Steinbeck

World Central Kitchen

« Cocinar y comer es lo que nos hace humanos »

Todo comenzó en 2010 después de que un gran terremoto devastara Haití. Al cocinar junto a los haitianos desplazados en un campamento, me enseñaron cómo cocinar frijoles negros de la manera que ellos querían: triturados y tamizados en una salsa cremosa.

No solo entregan ingredientes crudos y esperan a que las personas se las arreglen solas. Y no solo tiran comida gratis a una zona de desastre: obtienen y contratan localmente donde pueden, para impulsar la recuperación económica a través de la comida.

Esta ONG ayuda a los damnificados así :

Invirtiendo en una Red de Productores de Alimentos locales para ayudar a crear resiliencia antes del próximo desastre.
Capacitando a los aspirantes a chefs en habilidades y seguridad para desarrollar sus carreras y la economía alimentaria
Abogando por más alivio del hambre y una mejor nutrición.

Cómo podemos ayudar ?

Haciendo donaciones de diferentes maneras que se explican aquí

Cómo los chefs pueden ayudar ?

Con las formaciones de dos tipos que ofrece el WCK para ayudar a preparar las acciones para eventos que, con suerte, nunca sucederán. Pero si así fuera, se podría contar con un plan sólido para proporcionar alimentos a los socorristas y a la comunidad.

Fuente : World Central Kitchen