El origen del Cheescake o tarta de queso.
¿Qué es lo primero que te viene a la mente cuando lees Cheescake? Normalmente lo asociamos con la receta de New York. Pero lo cierto es que el origen del cheescake viene de la antigua Grecia y el imperio Romano.
A lo largo de miles de años, la receta se ha modificado en todas partes del mundo, pero su ingrediente principal es el queso cremoso, por ejemplo, en Italia usan el queso mascarpone, mas ricotta y miel, los griegos utilizan feta o Mizithra, los alemanes añaden queso cottage y realizan una masa recién preparada en vez de galleta como normalmente lo conocemos.
Lugares como Polonia tiene su propia versión llamada sernik. En Japón combinan claras de huevo y almidón de maíz, y es cierto que muchos chefs siguen en la exploración de hacer un cheescakes salados con ingrediente como chiles picantes entre otros.
La tarta de queso data hace mas de 4000 años antes de la era actual, en la Antigua Grecia, y se dice que viene de la isla de Samos.
Esta receta era una fuente de energía por su alto nivel de calorías, era un alimento ideal para deportistas de alto rendimiento como los primeros atletas de los juegos olímpicos, en el año 776 a.C.
Gracias al escritor Ateneo en el año 230 d.C, se le atribuyó la autoría de la primera receta escrita del pastel de queso, en aquellos tiempos simplemente se calentaba el queso triturado en una cacerola de cobre con miel y harina para posteriormente dejarlo enfriar y servir.
Cuando Grecia fue conquistada por los romanos, la tarta de queso se convirtió en un motín de guerra. Ellos modificaron la receta incluyendo huevo y horneándola entre ladrillos calientes, la rebautizaron con el nombre de libuma y era un pastel que solo se servía en ocasiones muy especiales.
Desde principios del siglo XX el Cheescake es un icono dulce de New York.
El cheescake a sido una receta que ha viajado por todo el mundo, una receta que se ha mantenido por miles de años, paso de ser un alimento con alto nivel calórico para deportistas de alto rendimiento, a un alimento de guerra, a un platillo para eventos espacial, y hoy lo podemos disfrutar como un delicioso postre a cualquier hora del día.